El Gobierno de Irán ha negado la noticia de que el jugador de Fútbol Amir Nasr Azadani esté condenado a muerte por formar parte de las protestas que están teniendo lugar en el país y califican todas las publicaciones sobre la noticia como “falsas noticias”.

Amir Nasr Mazadani estaría pendiente de juicio

Ha sido la Embajada iraní en Colombia la que ha desmentido la noticia después de la solicitud de Gustavo Petro, presidente del país sudamericano, a Irán para que no matase al deportista aprovechando un mensaje de felicitación a Argentina tras la victoria en el Mundial de fútbol de Qatar 2022 en la red social Twitter.

Tras este tweet, la oficina diplomática de Irán en territorio colombiano ha reaccionado rápidamente, criticando lo que denominan “guerra híbrida” y que se mantenga "la campaña de 'fake news'". Laembajada afirma que todavía no se ha celebrado ningún juicio por lo que la condena de una supuesta pena de muerte sería "pura mentira".

La Embajada iraní ha afirmado que Amir Nasr Mazadani es el quinto acusado, dentro de una causa penal, por supuestamente formar parte a un grupo armado que sería responsable del asesinato de tres agentes policiales y agentes de seguridad empleando armas automáticas.

La Federación Internacional de Asociaciones de Futbolistas Profesionales (FIFPRO) ha confirmado el martes pasado que el jugador de nacionalidad iraní fue condenado a muerte por su apoyo a las protestas que están teniendo lugar en el país desde hace más de tres meses por la muerte de Masha Amini tras ser detenida por la policía de la moral.

En un comunicado el sindicato deportivo aseguraba estar asqueado y conmocionado por las informaciones sobre la condena a Amir Nasr Azadani tras apoyar una campaña a favor de los derechos fundamentales de las mujeres y sobre las libertades esenciales en Irán.

El sindicato se ha solidarizado con el propio Amir y pide que el cargo sea retirado de manera inmediata.

Amir Nasr Azadani, de 26 años de edad y que ha jugado en el Gol-e Rayhan, el Rah-Ahan y el Tractor, habría sido acusado por el régimen islámico de Irán por el delito conocido como “moharebeh” (traducido como “enemistad con Dios”). Esta clase de delitos está penado con la ejecución del preso ahorcado, una pena que ya han sufrido el luchador profesional Majid Reza Rahnavard, que fue ahorcado ante la audiencia pública en Mashad por unas acusaciones muy similares a las que tendrá que hacer frente el propio Amir Nasr Azadani, en un juicio que no cuenta con garantías.