Todos los que conocen un poco a la familia de las Kardashian-Jenner sabe que gran parte de sus ingresos son fruto de su imagen. También que ellas viven envueltas en un mundo de lujo y de tratamientos estéticos de todo tipo que les ayudan a lucir siempre impecables. Sin embargo, alguna de las hermanas es más obsesiva que otras en este aspecto.

Al parecer, Kim es la más obsesionada en lo que respecta a su imagen. A lo largo de las 14 temporadas del programa familiar Keeping Up with the Kardashians, hemos podido ver como Kim es una mujer muy insegura en lo que respecta a su físico.

Es algo que a muchos les cuesta asimilar, pues constantemente la vemos mostrando sus infinitas curvas y bastante ligera de ropa haciendo alarde de su cuerpo. Sin embargo, detrás de cada posado hay una increíble e indecente preparación.

Los cuidados a los que se somete Kim Kardashian no tienen descanso

No hace mucho, Kim reveló cuáles eran algunas de sus rutinas para mantenerse siempre perfecta y confesó que para cumplir con su rutina de Belleza tenía que levantarse a las 6 de la mañana. Esto, acompañado de varios de sus 'imprescindibles' estéticos llamó mucho la atención a sus fans. Pero, ha sido ahora, cuando han saltado todas las alertas sobre la obsesión enfermiza de la celebrity.

En una entrevista para la revista Glamour (edición estadounidense), Kim ha confesado que es capaz de hacerse tratamientos de belleza hasta las 12 de la noche.

Según ella ha contado, constantemente revisa las fotografías que van apareciendo de ella y si hay alguna que no le gusta de su apariencia inmediatamente tiene que ponerle remedio.

Tratamiento facial de urgencia a las 10 de la noche

Hasta tal punto llega su obsesión que, refiriéndose a un momento en concreto, Kim dijo llamar a una de sus esteticistas para hacerse un tratamiento de estiramiento facial a las 10 de la noche.

En una de las fotografías que había visto sintió que su piel estaba demasiado flácida."Oh, Dios mío, mi piel está colgando, necesito hacerme un tratamiento de firmeza facial". Por ello no dudó en descolgar el teléfono y hacer que la profesional acudiese a su casa lo más rápido posible. Así que ambas mujeres terminaron de bañar a sus respectivos hijos y dejarlos acostados para poner remedio al drama que Kim estaba viviendo.

Sus propias hermanas la han denominado como "una loca de la belleza" y no les falta razón. Pues, ¿quién no puede esperar al día siguiente para hacerse un tratamiento?. A Kim se le está yendo de las manos.